Carlos Alazraki Querido Carlos: Recurro a esta fórmula, la epistolar, en la cual eres maestro. Lo hago, en primer lugar, porque quiero dirigirme a ti, al hombre de pasiones múltiples y una gran obsesión: tu amor a México. En segundo lugar, porque hoy todos somos Carlos Alazraki. ¡Qué “aguante” de los mexicanos!, dicen con cierta