En el páramo que se está convirtiendo rápidamente Gaza pocas organizaciones internacionales todavía pueden brindar ayuda a sus habitantes: las Naciones Unidas son una de ellas.
La Agencia para la Reconstrucción y el Socorro para los Refugiados de Palestina (UNRWA) fue fundada en 1949 y trabaja en Gaza, en Cisjordania, así como en las vecinos Siria, Líbano y Jordania, donde atiende a 700.000 palestinos que se vieron obligados a abandonar sus hogares o huyeron de ellos tras la creación del Estado de Israel.
Ahora, desde la dirección de la agencia afirman que la asistencia vital de la que dependen dos millones de habitantes de la Franja podría estar a punto de terminar, ya que varios gobiernos occidentales han suspendido su financiación por acusaciones de que parte de su personal estuvo involucrado en los ataques del pasado 7 de octubre contra Israel.
Actualmente, la misión gestiona refugios para los desplazados y distribuye la única ayuda que Israel permite ingresar al territorio, pero su mandato es mucho más amplio.