Los casos de infecciones respiratorias agudas en Coahuila han registrado un incremento en comparación con los niveles registrados durante la pandemia de COVID-19.
Según el boletín epidemiológico nacional correspondiente a la tercera semana de diciembre de 2024 (semana 50), el estado ha registrado 405 mil 621 casos.
Durante 2020, el primero de la pandemia de COVID-19, los casos de IRA experimentaron una disminución de aproximadamente un 36 por ciento con respecto al año anterior, lo que puede atribuirse a las estrictas medidas de distanciamiento social, el uso generalizado de mascarillas, el confinamiento y las restricciones en actividades públicas que redujeron la propagación de otros virus respiratorios.
El año con la cifra más alta de infecciones respiratorias agudas en el último sexenio fue 2019, previo a la contingencia sanitaria, con un total de 588 mil 030 casos, mientras que el más bajo fue el 2021, a pesar de que en este año, al igual que el 2020, se registraron los picos más fuertes de la pandemia.
Al respecto, la Secretaría de Salud de Coahuila alertó sobre el impacto de las bajas temperaturas que recién han comenzado a afectar la región. Durante la temporada invernal, las infecciones respiratorias son más comunes, y la población más vulnerable, incluidos niños, personas adultas mayores, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas, se encuentra en mayor riesgo.
Ante ello, la dependencia recomienda fortalecer las defensas del organismo mediante una adecuada nutrición con alimentos ricos en vitaminas A y C, que refuerzan el sistema inmunológico. Entre estos se incluyen pimientos, calabaza, zanahorias, naranjas, kiwis y limones.
Además se propone contar con una vacunación completa y medidas de protección, así como evitar la exposición a ambientes fríos, utilizando ropa abrigadora y, en caso de necesidad, saliendo solo a lo esencial.
Asimismo, sugirió a la población estar alerta ante los síntomas de enfermedades respiratorias, como fiebre, tos, dolor de garganta, congestión nasal, dolores musculares, fatiga y, en algunos casos, vómitos y diarrea, especialmente en niños. En caso de presentar estos síntomas, se recomienda utilizar cubrebocas, no automedicarse y evitar el consumo innecesario de antibióticos.
