El mundo se mantiene en espera de los resultados de la cumbre que se realiza entre Trump y Putin este viernes en Alaska.
Las fuerzas rusas continúan sus esfuerzos para rodear el bastión ucraniano de Pokrovsk en Donetsk, pero las tropas ucranianas impiden un avance mayor a pesar de la presión del ejército invasor a lo largo de toda la línea del frente.
Mientras la atención mundial se centra en la cumbre en Alaska entre los presidentes ruso, Vladímir Putin, y estadounidense, Donald Trump, los combates continúan en territorio ucraniano.
En medio de las demandas de Moscú de que Ucrania ceda el 30 por ciento restante de la región del Donbás que tiene bajo su control, los defensores ucranianos confían en mantener las ciudades fortificadas cuya pérdida, según soldados y expertos, proporcionaría a Rusia una ventaja estratégica para lanzar ataques a otras regiones ucranianas.
En particular, las fuerzas ucranianas han frustrado lo que podría haber sido el avance más significativo de Rusia en meses, deteniendo un avance de aproximadamente 200 soldados de infantería que se desplazaron 15 kilómetros hacia Dobropillia a principios de esta semana.