La vida de Julio César Chávez Jr., hijo del histórico campeón mexicano, dio un giro drástico tras ser deportado desde Estados Unidos a México, donde fue detenido por la Fiscalía General de la República (FGR) y trasladado a un penal federal en Hermosillo, Sonora.
La noticia ha conmocionado al mundo del boxeo y al país entero, pues el expugilista enfrenta acusaciones de supuestos vínculos con el Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones, Chávez Jr. fue entregado en la garita de Dennis DeConcini, en Imuris, Sonora, y quedó bajo resguardo de agentes de la Policía Federal Ministerial. Vestía pants negro, playera blanca, sudadera negra con gorro y tenis rojos cuando fue ingresado a territorio mexicano.
El caso ha escalado rápidamente, ya que las autoridades mexicanas aseguran que desde marzo de 2023 existía una orden de aprehensión en su contra por delincuencia organizada y tráfico de armas.
Incluso, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en Estados Unidos lo había catalogado como “una amenaza para la seguridad pública” y presuntamente “afiliado del Cártel de Sinaloa”.
Más tarde, reforzó su postura con una declaración emotiva:
“Estoy destrozado porque se me hace una injusticia con mi hijo, no hay nada de todo eso que se dice y de lo cual lo involucran, se los digo: una foto, un autógrafo no se le niega a nadie, pero que esté involucrado en algo ilícito, la verdad no”.