El plan fue aprobado por el gabinete del gobierno de Israel la noche de este jueves y, según el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, el cese al fuego entrará en vigor en las 24 horas siguientes.
La liberación de los rehenes vivos deberá ocurrir en las 72 horas posteriores.
El acuerdo llega luego de dos años en los que han muerto más de 67.000 personas a causa de los ataques israelíes. Alrededor de 1.200 personas murieron por los ataques de Hamás del 7 de octubre, en los que 251 más fueron tomadas como rehenes.
La ofensiva militar israelí ha destruido la mayor parte de la infraestructura de Gaza y provocado una catastrófica crisis humanitaria. En palabras de la comisión investigadora de la ONU, Israel ha cometido genocidio.
Hamás e Israel estuvieron negociando indirectamente en los últimos días en Egipto, con la mediación de Qatar, Turquía y Estados Unidos y con base en un plan de paz de 20 puntos plenteado por el presidente Donald Trump.
Con este acuerdo, se prevé que Hamás libere a los rehenes israelíes, que Israel desplace sus tropas (seguirán controlando un 53% de la Franja de Gaza) y que entre ayuda humanitaria al territorio palestino.
Esto sería el «primer paso hacia una paz sólida, duradera y eterna», dijo Trump en su plataforma Truth Social.
Algunos detalles, como los nombres de los detenidos palestinos que serán liberados, siguen en discusión. Y hay una fuerte oposición a este acuerdo dentro del gabinete israelí.
En la región y el mundo, se respira un alivio colectivo.
Sin embargo, este es apenas un primer paso hacia el fin de la guerra. A continuación detallamos los 4 puntos clave de los que depende que este nuevo acuerdo prospere y permita el fin a la guerra.