Una escena conmovedora se vivió la tarde de ayer en el hotel Casa Blanca, ubicado en el centro de la ciudad, cuando fue hallado sin vida Jorge Ibarra, de 49 años, en el interior de una habitación. El cuerpo yacía sobre el suelo, rodeado por un charco de sangre que evidenciaba una herida grave en el cuello.
Inicialmente se pensó en una muerte natural, pero tras la inspección, autoridades confirmaron que la lesión fue provocada por el vidrio de una botella, lo que apunta a un acto deliberado.
Don Jorge, quien vivía con una discapacidad física tras la amputación de su pierna derecha, se encontraba en tratamiento por complicaciones en la otra extremidad.
Desde hacía días se hospedaba en el hotel mientras buscaba una vivienda en renta, en la actualidad vivía solo, y sus hijos residen en Estados Unidos.
A las 17:30 horas, un familiar intentó contactarlo sin éxito, lo que llevó al personal del hotel a intervenir, pero al abrir la puerta, se encontraron con la desgarradora escena.
Según el reporte preliminar, el hombre habría estado consumiendo alcohol y, en un momento de profunda desesperación, tomó la decisión de quitarse la vida.
La Fiscalía General de Justicia acudió al lugar para descartar indicios de violencia externa y realizar el levantamiento del cuerpo.
La noticia ha dejado consternados a los empleados del hotel, quienes lo describieron como una persona tranquila y respetuosa.
Su muerte pone de relieve la vulnerabilidad emocional que enfrentan muchas personas con discapacidad, especialmente aquellas que viven en soledad.
