El diputado federal y coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira Valdés, afirmó que las protestas, bloqueos y manifestaciones registrados recientemente en distintos puntos del país no son hechos aislados, sino el resultado de un hartazgo social acumulado. Señaló que, aunque los agravios no afectan de la misma manera a todas las regiones, hoy México vive un momento en el que todas esas molestias se han conectado, generando un escenario nacional de inconformidad.
Moreira explicó que existen problemáticas profundamente regionales que, sin embargo, han comenzado a encadenarse y alimentarse entre sí. Puso como ejemplo el precio del maíz, que afecta de manera directa a productores en varias zonas del territorio; o la violencia en carreteras, un fenómeno que se ha extendido en casi todo el país, con excepción de algunos estados como Coahuila. Mencionó rutas especialmente peligrosas, entre ellas la Aguascalientes–León, la Campeche–Escárcega, así como los tramos México–Puebla y Puebla–Veracruz, donde diariamente se registran robos y asaltos que disparan la sensación de inseguridad.
Otro de los agravios que, dijo, ha encendido el ánimo social es la nueva legislación federal de aguas, impulsada por el Gobierno de Morena. El diputado señaló que esta ley ignora la diversidad de realidades del país, pues “México tiene 32 realidades distintas en materia hídrica”. Explicó que no pueden aplicarse las mismas reglas para estados como Tabasco, donde el agua se encuentra a dos metros de profundidad y la mayoría de las viviendas cuenta con pozos o norias que ahora deberán registrarse y solicitar permiso, o regiones donde se recolecta agua de lluvia en techumbres y aljibes, que bajo la nueva regulación solo podrá almacenarse si su uso es doméstico. “El gobierno prácticamente quiere ser dueño de las nubes”, advirtió Moreira, al señalar el impacto que esta iniciativa tendrá tanto en productores pequeños como en grandes agricultores, mencionando casos específicos como Chihuahua y el sector de las berries en Michoacán.
El legislador sostuvo que estas decisiones centralizadas, sumadas a la falta de seguridad y a los problemas económicos del campo, están afectando por igual a sectores pobres y ricos. A su juicio, el Gobierno Federal está intentando distraer la atención acusando a partidos políticos de estar detrás de las movilizaciones. “Muchos de los que hoy protestan votaron por López Obrador”, señaló, enfatizando que el descontento es genuino y no producto de intereses partidistas.
Moreira alertó que hoy existe miedo real en las carreteras, donde se registran hasta 70 robos diarios de autotransporte, lo que impacta no solo a transportistas sino también a la economía nacional. Aseguró que, lejos de abrir espacios de diálogo, el Gobierno Federal ha minimizado los hechos y ha optado por respuestas que no atienden la raíz del problema.
Finalmente, el coordinador priista llamó a reconocer la magnitud del hartazgo social y a atender los reclamos de la ciudadanía con soluciones de fondo. “México está unido, sí, pero unido por el enojo y por el cansancio. Si no se corrige el rumbo, las protestas seguirán creciendo”, advirtió.
