El papa Francisco recibió este lunes al presidente de Argentina, Javier Milei, en Ciudad del Vaticano, donde mantuvieron una audiencia que duró más de una hora.
El encuentro ocurrió un día después de la canonización de María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula, la primera santa argentina.
Milei ha descrito al papa Francisco en el pasado como «imbécil», «zurdo (izquierdista) asqueroso» e «hijo de p***** que andás pregonando el comunismo».
Sin embargo, durante sus encuentros con el pontífice argentino en el Vaticano en los últimos dos días, el presidente ha actuado menos como un provocador y más como un hijo pródigo. El lunes, ambos mantuvieron su primera reunión oficial que, según el Vaticano, duró 70 minutos, una audiencia inusualmente larga para los estándares de Francisco.
Tras reunirse con el papa, el presidente argentino se entrevistó con altos diplomáticos de la Santa Sede, entre ellos el cardenal Pietro Parolin. Un comunicado del Vaticano describió estas conversaciones como «cordiales» y dijo que entre los temas figuraban «el programa del nuevo gobierno para contrarrestar la crisis económica» en Argentina. La inflación interanual en Argentina superó el 211% en diciembre, el nivel más alto en más de tres décadas, y los niveles de pobreza alcanzaron el 40%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) del país.