El Banco Mundial estimó que esta inequidad en ingresos se calcula en 172.3 billones de dólares o el equivalente al doble del PIB mundial.
Forbes México
¿Piensas que la diferencia salarial entre hombres y mujeres no tiene impacto? El Banco Mundial estimó que esta inequidad se calcula en 172.3 billones de dólares o el equivalente al doble del PIB mundial. Sin embargo, esta cifra no sorprende teniendo en cuenta que en 86 países las mujeres enfrentan restricciones laborales.
Para la economista Mónica Orozco, directora de GENDERS AC, el problema se remonta a dos aspectos fundamentales: la distribución desigual del trabajo doméstico no remunerado (las mujeres invierten 2.5 veces más tiempo que los hombres, de acuerdo con ONU Mujeres), así como la falta de servicios y políticas enfocadas al cuidado.
Se calcula que 2,400 millones de mujeres en edad laboral no tienen igualdad de oportunidades económicas en comparación los hombres, lo que ocasiona que, en promedio, accedan a solo tres cuartas partes de los derechos reconocidos, de acuerdo con el Informe:“La mujer, la Empresa y el Derecho 2022”, elaborado por el Banco Mundial.
Falta de un sistema de cuidados
A nivel mundial, 178 países continúan presentando barreras legales que les impiden a las mujeres participar plenamente en la economía. Por ejemplo, en México el hecho de que la sociedad y las leyes no reconozcan la responsabilidad conjunta en las labores de cuidado entre trabajadores hombres y mujeres asegura para ellas una mayor carga de trabajo no remunerado y una menor disponibilidad de tiempo.
“Hasta hace muy poco la prestación de guarderías por parte del Seguro Social solamente estaba garantizada para trabajadoras mujeres como si los hombres no tuvieran responsabilidad en el cuidado de los niños. Entonces este diseño de las prestaciones de Seguridad Social hace que la carga de este tipo de políticas recaiga sobre las mujeres”, aseguró Orozco en entrevista para Forbes México.
De acuerdo con el mismo informe, 95 países no garantizan la igualdad de remuneración por una posición. Para la economista, quien se desempeña como investigadora y activista en temas de igualdad de género, la problemática alrededor del trabajo no remunerado es inclusive más urgente que la aplicación de una ley que garantice un pago igualitario.
“El problema de la brecha salarial requiere no solo una disposición en materia de salarios, sino de acompañarse con acciones que garanticen condiciones más igualitarias, pues muchas mujeres tienen que cumplir con jornadas de trabajo y cuidados físicos que las dejan en desigualdad de condiciones”, agregó.
Entre los factores que influyen para que las mujeres elijan un trabajo de tiempo parcial destaca la compatibilidad entre una vida laboral y sus labores de cuidado. Sin embargo, este tipo de posiciones no siempre aseguran el acceso a la seguridad social, pensión, créditos para la vivienda, entre otras prestaciones.
Ante esto, reconocer la misma responsabilidad de cuidado entre mujeres y hombres es un punto importante dentro de las empresas a través de acciones como los pases de cuidado infantil, la instalación de servicios de cuidado infantil dentro de sus instalaciones, así como los protocolos de acción contra la violencia de género.
En el sector público, la experta asegura que un servicio de cuidados que cubra a los niños pequeños, adultos mayores y personas con discapacidad, así como escuelas con horario ampliado o de tiempo completo sería fundamental para la vida profesional de las mujeres, pues normalmente son trabajos que recae en ellas.
Actualmente, existen 55 economías en las que el sector público presta servicios de cuidado infantil, sin embargo, 80% no asegura su acceso gratuito.
“Los servicios de cuidados con los que contamos actualmente son accesibles para las personas de mayores recursos. Sin embargo, el diseño de un sistema de cuidados tiene que contemplar también la accesibilidad financiera para quienes no pueden pagar o inclusive su gratuidad”, puntualizó la experta.
En México, hay una iniciativa pendiente de discusión sobre el reconocimiento del cuidado que realizan las mujeres, asimismo existe una propuesta pendiente para incluir un sistema nacional de cuidados.
Permisos de paternidad
Las licencias o permisos de paternidad se diseñaron para brindar tiempo a los hombres con la familia al momento del nacimiento o adopción de los hijos. En México, este permiso consta de cinco días hábiles con goce de sueldo para los padres, desde el día en que sus hijos nacen o son adoptados.
“Creo que más allá de los permisos de paternidad debemos propiciar un cambio cultural que asegure el uso efectivo de estos e impulsar permisos paternales y permisos de cuidado familiar, que son los que permitirían una distribución más igualitaria de los roles de cuidado durante toda la infancia y edad escolar”, explicó Mónica Orozco.
El problema de la informalidad también afecta el tema de la paternidad, pues, solo podrán disfrutar de estos permisos aquellos trabajadores que estén asegurados, por lo que la experta recomendó apostar por el cambio cultural para llegar a una igualdad de responsabilidades de cuidado entre hombres y mujeres.
“Al asegurar la provisión de políticas, servicios y apoyos para el trabajo no remunerado se apoya la elección de las mujeres que se quieren dedicar al trabajo del hogar y de sus familias. Lo que hay hacer es ampliar las oportunidades para que las mujeres puedan elegir”, consideró la experta.