Es la sexta causa más común de muerte por cáncer en todo el mundo y, sin embargo, muchas personas no se dan cuenta que sufren la enfermedad.
BBC News/Mundo
Y es que el cáncer de esófago no causa síntomas al inicio del padecimiento.
Esto fue lo que le ocurrió al exfutbolista escocés, Andy Goram, que se desempeñó como portero y jugó en varios clubes de Escocia e Inglaterra, y quien reveló recientemente que padece cáncer de esófago.
La noticia sacudió a sus seguidores cuando Goram, de 58 años, dijo que le habían dado unos seis meses de vida.
En una entrevista el exfutbolista explicó que se sintió enfermo por primera vez hace unas siete semanas cuando tenía problemas para comer y beber.
Pero ignoró la acidez estomacal que sufrió inicialmente después de no poder obtener una cita con su médico de cabecera.
Al igual que Goram, muchos pacientes tratados por cáncer de esófago han hablado de cómo esta enfermedad se presenta al principio sin síntomas, o con síntomas que suelen ser fácilmente ignorados.
«Lo ignoré como todos los demás»
Paul Sinclair, de Fife, Escocia, le dijo a la BBC que comenzó a experimentar lo que «se sentía como un gas en la parte inferior de la caja torácica» en septiembre de 2020. Sinclair tenía además la sensación de que había «comido demasiado de un solo bocado».
«Lo ignoré como todos los demás», cuenta. «Sentí que tenía gases. Estaba comiendo bien, no tenía dolor».
«Era solo una molestia debajo de mi caja torácica. Se prolongó durante aproximadamente una semana y media y luego pensé: ‘voy a ver a alguien sobre esto’.
«Fui al médico y me envió directamente a una endoscopia. Eso confirmó que tenía un tumor en la parte superior del estómago».
Sinclair pasó por cuatro sesiones de quimioterapia durante un período de ocho semanas antes de un descanso de seis semanas.
Luego tuvo una operación de 11 horas, que también incluyó la extirpación del bazo. Posteriormente volvió a someterse a una «quimioterapia muy agresiva».
«Estuve muy enfermo con ambas sesiones de quimioterapia», explica. «La segunda fue peor porque ya estás débil después de la operación».
«A medida que te recuperas, tienes que empezar a aprender a comer de nuevo, a masticar bien los alimentos, a comer porciones pequeñas y muchas comidas a lo largo del día».
Ahora, tres años más tarde, Sinclair puede volver al gimnasio para hacer un entrenamiento ligero, pero las cosas nunca serán «totalmente normales».
«Tienes que mantenerte positivo y estar agradecido por cada día que te despiertas», asegura.
«Lo más importante es que no tuve síntomas particularmente serios, pero es muy necesario no ignorarlos y revisarte».
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de esófago
El esófago es el tubo largo que lleva el alimento desde la garganta hasta el estómago. Los principales síntomas del cáncer son:
- tener problemas para tragar (disfagia)
- sentir o tener náuseas
- acidez estomacal o reflujo
- síntomas de indigestión, como eructar mucho
Otros síntomas incluyen:
- una tos que no mejora
- una voz ronca
- pérdida de apetito o pérdida de peso sin tratar de perderlo
- sentirse cansado o sin energía
- dolor en la garganta o en la mitad del pecho, especialmente al tragar
Fuente: NHS (Servicio Nacional de Salud del Reino Unido)
«Nunca te recuperas completamente»
Linda Moffat, que también vive en Esocia, se consideraba a sus 48 años una mujer en buena forma física, que montaba a caballo todos los días.
Pero en diciembre de 2014 comenzó a sentir «que la comida no bajaba, como si se me pegara», recordó. «Aumentaba el dolor y la comida se atoraba».
«Tenía que vomitar para desbloquearla. Pensé que era una úlcera. Creíamos que no iba a ser nada serio».
Después de un tiempo, cuenta que «se armó de valor para hablar con el médico» y le recetaron antiácidos. Pero los síntomas continuaron y la enviaron a una endoscopia.
Eso reveló un «tumor muy avanzado» en el esófago y este fue «el comienzo de un viaje muy largo y difícil», explica.
«Es un cáncer muy agresivo y la cirugía es realmente brutal: ocho horas en el quirófano», dijo. «Tienes quimioterapia antes y después. Debes aprender a comer de nuevo».
«Y tienes muchos problemas de vómitos, diarrea y dolor. Creo que nunca te recuperas por completo».
«Soy muy afortunada. Mi cáncer estaba muy avanzado y solo tenía un 20% de posibilidades de supervivencia», dice.
«Pero han pasado casi siete años y estoy muy feliz de estar viva y muy agradecida con todos los que me ayudaron a estar aquí».
«A menudo se llama a esta enfermedad ‘el asesino silencioso‘ porque los síntomas varían mucho», agrega. «Solo rezas para que la gente vaya al médico lo suficientemente pronto».
«Cuanto antes mejor»
Caroline Geraghty, enfermera especialista de la organización Cancer Research UK, afirma que el riesgo de cáncer de esófago aumenta con «las cosas típicas», como fumar, beber alcohol y aumentar de peso, además de mascar tabaco.
«Pero tener un mayor riesgo no significa que definitivamente tendrás cáncer», apunta. «En la mayoría de las personas no se sabe por qué tienen cáncer de esófago».
Geraghty instó a cualquier persona que crea que puede tener síntomas a acudir a su médico de cabecera «para estar seguro».
«Como sabemos, cuanto antes se llega a un cáncer, mayores son las posibilidades que tienes», agregó.
Pero subraya que para la mayoría de los pacientes que sufren síntomas, estos no estarán relacionados con el cáncer.
«Podemos entender por qué algunos médicos de cabecera no envían directamente al paciente a una endoscopia para investigar; algunas personas solo necesitan antiácidos», señala.
«Pero habrá otras personas que tal vez requieran más rápidamente una investigación».