Los científicos identificaron un gen que parece aumentar el riesgo de padecer alzhéimer en las mujeres, proporcionando una posible nueva pista sobre por qué se diagnostica la enfermedad a más mujeres que a hombres.
CNN En Español
El gen, O6-metilguanina-ADN-metiltransferasa, o MGMT, desempeña un papel importante en la forma en que el cuerpo repara los daños en el ADN tanto en hombres como en mujeres. Pero los investigadores no encontraron una relación entre el MGMT y el alzhéimer en los hombres.
«Es un hallazgo específico de las mujeres, quizá una de las asociaciones más fuertes de un factor de riesgo genético para el alzhéimer en las mujeres», dijo la coautora principal del estudio, Lindsay Farrer, jefa de genética biomédica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston.
Dos tercios de los 6,5 millones de estadounidenses que padecen actualmente esta devastadora enfermedad cerebral son mujeres, según la Asociación de Alzhéimer. Es una tendencia que se mantiene en todo el mundo.
«Las mujeres, debido a factores de riesgo genéticos únicos, como APOE ε4 y MGMT, y a factores de riesgo específicos del sexo, como la reducción repentina de estrógenos durante la transición de la perimenopausia, pueden estar en el carril rápido hacia la enfermedad, mientras que los hombres están sentados en el tráfico», dijo el Dr. Richard Isaacson, director de la Clínica de Prevención del Alzheimer en la Facultad de Medicina Schmidt de la Universidad Atlántica de Florida, que no participó en el estudio.
El gen APOE ε4 se considera el factor de riesgo más fuerte para el desarrollo futuro de la enfermedad de Alzhéimer en personas mayores de 65 años, lo cual es «especialmente cierto para las mujeres, que se ven más afectadas por el APOE ε4 que los hombres», dijo Isaacson.
Sin embargo, muchas mujeres con APOE ε4 no desarrollan alzhéimer, mientras que las mujeres sin el gen pueden desarrollar la enfermedad.
«Tal vez [el gen] MGMT sea una pieza importante que falta en el rompecabezas de la predicción del riesgo para estas mujeres, pero son necesarios más estudios», dijo Isaacson.
Un descubrimiento afortunado
El descubrimiento de la existencia del nuevo gen se realizó en dos grupos de personas completamente distintos. Un equipo de investigadores de la Universidad de Chicago estaba analizando la composición genética de un pequeño grupo de mujeres de los huteritas que viven en comunidad en las zonas rurales de Montana y Dakota del Sur. Los huteritas son una población cerrada que se entremezcla dentro de sus propias filas y mantiene amplios registros genealógicos, lo que los convierte en una excelente opción para la investigación genética.
«El entorno relativamente uniforme y la reducida variación genética de los huteritas aumentan nuestra capacidad de encontrar asociaciones en muestras más pequeñas que las requeridas para los estudios en la población general», dijo la coautora principal del estudio, Carole Ober, catedrática de genética humana de la Universidad de Chicago, en un comunicado.
Cuando la nueva asociación con el gen MGMT apareció en su análisis, Ober se puso en contacto con Farrer, de Boston, para ver si podía ayudar a replicar sus hallazgos.
Farrer, que se encontraba en medio de un enorme análisis genético de más de 10.000 mujeres del estudio del Consorcio Genético de la Enfermedad de Alzhéimer, se sorprendió con la llamada.
«Le dije que habíamos encontrado exactamente el mismo gen en nuestro análisis», dijo Farrer. «Dos estudios diferentes iniciados de forma independiente encuentran por casualidad el mismo gen, lo que para mí añade mucha confianza en que el hallazgo es sólido».
El estudio combinado se publicó este jueves en la revista académica Alzheimer’s Disease & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association.
Un factor de riesgo para las mujeres sin el gen APOE ε4
El equipo de investigación comparó los hallazgos con tejido cerebral masculino proveniente de autopsias, y no encontró ninguna asociación entre el gen MGMT y el alzhéimer en los hombres.
Cuando examinaron el MGMT a través de la epigenética, que es lo que ocurre cuando un gen se activa o desactiva por comportamientos y factores ambientales, los investigadores descubrieron que su expresión en las mujeres estaba significativamente asociada al desarrollo de las proteínas beta amiloide y tau, características de la enfermedad de Alzhéimer.
La asociación entre el MGMT y las placas amiloides y los ovillos de tau fue «más pronunciada en las mujeres que no tienen APOE ε4», dijo Farrer.
Considerada una proteína esencial, una de las principales funciones de la APOE es «mover el colesterol por el cuerpo, y sin eso tendríamos problemas», dijo Farrer. Sin embargo, los estudios han revelado que la variación APOE ε4 puede dar lugar a un mayor depósito de ácidos grasos que los demás miembros de la familia APOE, lo que lleva a los científicos a creer que existe una vía del colesterol hacia el alzhéimer.
De hecho, un estudio de Farrer que se publicó en marzo descubrió que tener el colesterol y el azúcar en sangre elevados a los 30 años puede aumentar el riesgo de padecer la enfermedad de Alzhéimer décadas más tarde.
«Hay muchas vías de acceso a la enfermedad de Alzhéimer. Está la vía de los lípidos, o del colesterol, que ahora está bastante bien establecida en el alzhéimer, y la APOE ε4 forma parte de ella», dijo Farrer.
«Y está la vía inflamatoria, que es común a todas las enfermedades crónicas. Con MGMT, puede que estemos ante una vía adicional relacionada de algún modo con la reparación del ADN, o puede que el MGMT participe en una de estas otras vías y nadie sepa aún cómo», añadió Farrer.
Medicina personalizada
Los expertos aconsejan que las mujeres trabajen con sus médicos para tratar de identificar el camino a seguir.
Las intervenciones podrían incluir mantener la presión arterial, el colesterol y el azúcar en sangre en rangos saludables, a la vez que «considerar la terapia de sustitución hormonal cuando esté indicada, y abogar por un estilo de vida saludable para el cerebro, que incluya ejercicio regular, una dieta de estilo mediterráneo, un sueño adecuado y técnicas de reducción del estrés», dijo Isaacson.
En algún momento, los científicos podrán ofrecer pronto una medicina más personalizada a las mujeres, dijo la doctora Kellyann Niotis, neuróloga de la Clínica de Prevención del Alzheimer de Weill Cornell Medicine y NewYork-Presbyterian, que no participó en el estudio.
«Pronto podremos ofrecer a las mujeres en situación de riesgo evaluaciones más avanzadas, como pruebas genéticas exhaustivas en un entorno clínico, para evaluar más adecuadamente su riesgo y desarrollar planes personalizados de reducción del riesgo para una protección óptima del cerebro», dijo Niotis.