Alan Estrada se sumergió a lo más profundo del océano en una expedición que, según comenta, no requiere preparación previa, sólo ser un apasionado de la aventura y tener resistencia a los lugares pequeños
Excelsior. El actor y youtuber mexicano, Alan Estrada, se convirtió en el primer mexicano en conocer uno de los barcos más famosos y grandes del mundo, el Titanic, cuyos restos se encuentran en las profundidades del mar.
Alan Estrada se sumergió a lo más profundo del océano en una expedición que, según comenta, no requiere preparación previa, sólo ser un apasionado de la aventura y tener resistencia a los lugares pequeños y encerrados.
De acuerdo con el video publicado por el youtuber, ingresó junto a otros cuatro tripulantes a una cápsula que descendió más de tres mil metros en el mar. Y, aunque tuvieron problemas técnicos de comunicación, que casi provocan abortar la misión, lograron ver el viejo trasatlántico.
Al igual que en la película de ‘Titanic’, en la que los investigadores recorrían los escombros del barco hasta encontrar el collar de Rose, interpretado por Kate Winslet; Alan Estrada, recorrió parte del navío y para convertirse en uno los pocos turistas en tener las mismas vistas.
Incluso, el actor mexicano pudo ver la proa, ese famoso lugar en la parte de enfrente del barco, característico de la cinta, donde Leonardo Dicaprio alza los brazos y recita el diálogo, ‘soy el rey del mundo’.
Ante los cuestionamientos de seguidores al youtuber sobre si valió la pena un viaje tan costoso para ver el Titanic, Alan Estrada respondió que recomienda esperar hasta que el precio descienda.
“Cuesta 250 mil dólares. Yo creo que, por ese precio, honestamente y siendo objetivo, habrá que esperar un poquito para que valga la pena lo que estás pagando […] La empresa se dedica a los sumergibles […], tienen poquísima idea de lo que es el servicio al cliente […] Por momentos, parece que no te comparten la información”, comentó.
Esto debido a que Alan Estrada les solicitó los videos en 4k para complementar su contenido, pero la empresa no quiso compartir el material de la expedición al Titanic. Algo que anteriormente habían acordado.