El gobierno holandés también aumentó los impuestos sobre las compras de perros de crianza, y de los perros que se pueden comprar en las tiendas, para así fomentar la adopción de perros callejeros
Una gran noticia se dio hace poco más de un lustro, cuando Holanda anunció la erradicación de uno de los problemas de salud pública más graves que les aquejaba desde el siglo XIX:
La excesiva proliferación de perros callejeros..
Lo que sucedió fue un fenómeno que tiene que ver con el miedo.
En aquellos años, se consideraba un símbolo de posición social y casi todas las familias poseían uno o varios perros. Desafortunadamente, hubo un brote de rabia que se propagó rápidamente.
Holanda era entonces el país europeo que más perros callejeros tenía. El brote, sumado a las escasas medidas higiénicas de la época, se convirtieron en una ola de mortalidad para los peludos.
Fue entonces que, con la idea de no contagiarse de rabia, los dueños de perros aterrados comenzaron a abandonarlos.
Décadas después para solucionar el problema primero crearon las esterilizaciones y castraciones obligatorias, todas gratuitas y pagadas por el gobierno. Cada perro recibieó exámenes médicos y vacunas gratuitos cuando era necesario.
También se aprobó una ley que protegía a los animales, así como su bienestar. Alentó a los propietarios a proporcionar a las mascotas un tratamiento adecuado y eliminar el abuso. De incumplir, podrían ser sancionados con hasta 3 años de prisión y una multa muy generosa.
El gobierno holandés también aumentó los impuestos sobre las compras de perros de crianza, y de los perros que se pueden comprar en las tiendas, para así fomentar la adopción de perros callejeros.
Campañas de concientización para que los ciudadanos cuidaran a los animales desamparados, Esto permitió que el 1.5 millones de perros callejeros lograran tener un hogar, es decir que el 90 por ciento de la población adoptó.
Una vez establecidos estos cuatro pasos, ya después crearon un grupo de policías que se encargan de proteger la seguridad de los perros llamado “Animal Cops”.
Hoy en día, los cachorros que viven en los Países Bajos no solo viven cómodamente en los hogares, sino que también son aceptados en la mayoría de las tiendas, restaurantes y otros establecimientos del país.
El saber que Holanda pudo lograrlo, llama a la reflexión:
«En los grandes Países, educan, concientizan y dan el ejemplo al ciudadano para poder vivir en una comunidad ejemplar. No pierdo las esperanzas que algun día comencemos a imitar para las futuras generaciones», comentan en redes sociales.
¡Así se hace, Holanda! Qué gran ejemplo nos has puesto. ¿Y nosotros, para cuándo?