Los mensajes reconocían el creciente riesgo de que millones de empleados dejen de recibir su pago a menos que los legisladores en el Congreso puedan llegar a un acuerdo de último minuto, según un aviso visto por el diario The Washington Post.
«Durante este tiempo, algunos de ustedes serán suspendidos temporalmente mientras que otros que realizan funciones exceptuadas continuarán ejecutando sus tareas asignadas», señala el mensaje enviado a los empleados del Departamento de Seguridad Nacional.
La Cámara y el Senado tienen hasta el final del sábado 30 de septiembre para aprobar un acuerdo de gasto.
La financiación gubernamental expira el primero de octubre, el inicio del año presupuestario federal. Un cierre comenzará efectivamente a las 12:01 horas del domingo si el Congreso no puede aprobar un plan de financiamiento que el presidente promulgue y convierta en ley.
Un cierre ocurre cuando el Congreso no logra aprobar algún tipo de legislación de financiación que sea promulgada por el Presidente.
Se supone que los legisladores aprobarán 12 proyectos de ley de gastos diferentes para financiar agencias de todo el Gobierno, pero el proceso lleva mucho tiempo.
A menudo recurren a aprobar una extensión temporal, llamada resolución continua o CR, para permitir que el Gobierno siga funcionando.
Es imposible predecir cuánto duraría un cierre. El Senado, controlado por los demócratas, y la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, están trabajando en planes muy diferentes para evitar un cierre.
En tanto, el presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, está luchando por ganar apoyo de los conservadores de extrema derecha para mantener abierto el Gobierno.
Muchos se están preparando para un paro que podría durar semanas.