Uno de los problemas que enfrentan los maestros en las escuelas es que los padres y madres de familia ponen de lonche a los hijos bebidas azucaradas y comida chatarra, razón por la cual aumentan los casos de niñas y niños con prediabetes, diabetes y gastritis, además de sobrepeso y obesidad.
La diputada y maestra Magaly Hernández Aguirre (Morena) aseguró que en algunas instituciones educativas, directivos y sociedad de padres de familia sí realizan la supervisión adecuada de la venta de alimentos en sus cooperativas, como fruta, yogur, palomitas y papas fritas con bajas calorías.
Sin embargo, en otras instancias es difícil que puedan hacer el monitoreo y hay casos donde, por más que en las tiendas escolares vendan productos saludables y nutritivos, los niños llegan desde sus hogares con comida chatarra y refrescos.
“Llegan hasta con el termo con coca con hielo, con fritos, con chamoy a todo lo que da y, como los niños llegan en ayunas, pues les da gastritis. Se prohíbe en las cooperativas que existan (la oferta de productos chatarra), pero cuando el alumno trae la comida chatarra desde sus hogares, difícilmente se les puede quitar”, expuso.
Por más que el gremio magisterial pretenda cuidar la salud del alumnado, en casa los padres de familia, por la premura del tiempo, les “preparan” lonche no nutritivo, que termina por dañar la salud de los hijos.
“Entonces, hacemos un llamado de concientización a los padres de familia para que, en lugar de mandarles un refresco, les manden un jugo bajo en azúcares, fruta cortada con yogur, en lugar de unos cheetos con salsa, que es lo más típico que compran en las esquinas”, dijo.
Desde el 2014, se prohibió la venta de comida chatarra en las escuelas de nivel básico y las cooperativas deben acatar la disposición. Incluso hay una guía o manual de los productos que pueden vender y los que están prohibidos por generar sobrepeso, obesidad y propiciar el desarrollo de enfermedades como diabetes, hipertensión y padecimientos cardiovasculares.
GRAN PARTE DE LOS NIÑOS NACIDOS A PARTIR DEL 2010 PRESENTAN SOBREPESO
“Habría que hacer un llamado a que todos nos pongamos en la misma sintonía para que esto no suceda en ninguna escuela”, dijo, al recordar que buena parte de los niños nacidos a partir del 2010 presentan sobrepeso u obesidad y uno de cada dos serán diabéticos.
“De hecho, eso es una realidad, hoy más que nunca. Nosotros les decimos a los papás ‘mándenle a sus hijos agua, no jugo ni refresco’, sin embargo, es todo lo contrario. Hoy, más que nunca tenemos niños con obesidad, incluso con prediabetes infantil”, acotó.
Los niños pasan la mayor parte del tiempo en casa y, en lugar de darles un snack nutritivo como pepino, jícama, sandía, melón y cualquier fruta de temporada, a los padres se les hace más fácil darles dinero para que compren frituras.
“Es un todo. En la pandemia, los niños estuvieron aislados en sus hogares, dejaron de salir a las plazas públicas, de hacer ejercicio, de realizar muchas actividades físicas. Eso afectó la salud de los alumnos, eso es una realidad”, concluyó.
