Jorga Alcocer aseguró que el horario de verano tiene efectos negativos biológicos, psicoemocionales y sociales.
El horario de verano tiene repercusiones en la salud como somnolencia, irritabilidad, trastornos digestivos, hormonales, depresión, entre otros, afirmó este martes Jorge Alcocer, secretario de Salud.
Durante la conferencia de prensa matutina, el funcionario aseguró que el horario de verano fue una decisión política y que lo recomendable es volver al “horario estándar, que es cuando la hora del reloj solar coincide con la hora del reloj social, el reloj de Dios”.
“El cambio de hora altera el tiempo de exposición al sol y desequilibra nuestro reloj biológico”, aseguró Alcocer.
El titular de la Secretaría de Salud también señaló que varias sociedades internacionales del sueño aconsejan un horario sin cambios y recomiendan mantener el horario de invierno de forma permanente, ya que este horario mejora el rendimiento intelectual y ayuda a diminuir enfermedades del corazón, obesidad, insomnio y depresión.
Asimismo, detalló que el horario de verano tiene efectos negativos biológicos, psicoemocionales y sociales.
- Biológicos: En el sistema nervioso provoca somnolencia, irritabilidad, dificultad en la atención, concentración y la memoria. Trastornos digestivos, aumentos de secreción del jugo gástrico, disminución diurna y aumento nocturno del apetito. Trastornos hormonales y malestar general.
- Psicoemocionales: Diversos síntomas que tienen relación con los cambios estacionales e incluso climáticos. La depresión e ideas suicidas aumentan en algunas épocas del año y en algunos horarios y latitudes, más que en otros.
- Sociales: Mayor riesgo en individuos que requieren de concentración para realizar funciones al iniciar el día como pilotos, maestros, empleados y trabajadores. El horario de verano provoca fatiga, disminución en el rendimiento escolar y laboral, menor productividad en general y mayor uso de estimulantes.
Finalmente, Jorge Alcocer aseguró que existe una asociación entre el horario de verano y el aumento de la ocurrencia de infartos al corazón, especialmente en la primer semana después de ser implementado.