Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) informaron la detección de la subvariante JN.1 de covid-19 en septiembre pasado, con registros previos en otros 11 países.
Hasta ese momento, los CDC desconocían si se trataba de una subvariante de rápida propagación, pero ahora, tres meses después, estiman que está causando entre el 15% y el 29% de las nuevas infecciones por coronavirus en el territorio estadounidense hasta el 8 de diciembre, y es la cepa del virus de más rápido crecimiento.
Este martes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó a JN.1 como una “variante de interés” (VOI) separada de su linaje original BA.2.86 debido a su rápida propagación. Anteriormente, se había clasificado como variante de interés como parte de su linaje parental con BA.2.86.
Sin embargo, ni la OMS ni los CDC estiman que JN.1 represente un riesgo mayor para la salud pública en relación con otras variantes que circulan actualmente.
La subvariante JN.1 desciende de la BA.2.86, o Pirola, una variante que llamó la atención del mundo durante el verano debido a que posee más de 30 cambios en sus proteínas pico. A pesar de los temores de que pudiera escapar por completo a la protección de las vacunas y provocar un maremoto de infecciones, eso nunca sucedió.
Características y síntomas de JN.1