Por Lilia de la Fuente
Recuerdos de una madre
Hace muchos años,
Llevo este recuerdo
Que no se me olvida;
Los dulces momentos,
Que nunca en la vida
Podrán regresar;
La suave mirada,
Las tiernas caricias,
Los sabios consejos;
Que solo una Madre
Con Amor sublime,
Puede prodigar.
A veces quisiera…
Que aquellos momentos
No hubiesen pasado,
Que mi infancia loca,
Continuara siendo,
Que mi infancia loca,
Continuara siendo,
Como antes lo fue…
Que sus dulces besos,
Y tiernas caricias;
Todo regresara;
Y seguir viviendo,
Aquellos momentos
Que no olvidaré.
Pasaron los años…
Y solo recuerdo,
De aquella mañana
De ese invierno gris;
Su pelo sin brillo…
Sus ojos cansados
De tanto sufrir.
La cruel despedida…
Sus besos, mi llanto…
Más todo fue inútil:
Esa madrugada…
La miré partir.
X
“ORFANDAD”
Una madrugada triste,
Fría, sombría, y lluviosa:
Fue testigo de aquel cuadro
Que hizo estremecer la choza,
Una mujer expiró
Entre quejidos y llanto…
Dejando a la huerfanita…
En el más hondo quebranto.
Sin calor y sin cariño,
Sin hogar y proteccion;
Creció… la frágil criatura
Con el canto del gorrión.
El frio la atormentaba,
El cansancio y el desvelo,
Y se endureció su alma;
Al faltarle su consuelo.
¡Señor! ¿Por qué la dejaste
Abandonada en el mundo?
¿Sin el cariño más grande…
Sin el amor más profundo?
Sin la mujer que le dio
De sus entrañas el ser,
Sin la madre que se fue
Cuando la sintió nacer.
“COSECHANDO”
TODO LO HE DADO,
Porque dando he logrado
Recibir… mucho más.
Las cosas materiales
Las doy… por convicción.
Di parte de mi vida…
También mi corazón.
Hoy estoy cosechando
Lo que un día sembré…
Y por cada semilla,
Cientos levantaré.
La vida, me dio vida,
Hijos y bendiciones…
Y cuando di mi amor,
Nacieron mis canciones.
Ayer celebramos el Día de la Madre