Por Enrique Aranda
Ahora, su apuesta, antidemocracia…
No conozco a Mario, pero apoyo
su libertad de expresión…
Evidentemente fuera de sí, perdido el control de su propia gestión tras la sucesión de fracasos que debió asumir en el mes que está por concluir —el fallido operativo (auto) promocional en que convirtió la revocación de mandato, el rechazo de su regresiva propuesta de reforma eléctrica y la declaratoria de inconstitucionalidad que canceló la realización del invasivo Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Panaut)—, Andrés Manuel López Obrador parece dispuesto a “apostar su resto” vía la presentación de una iniciativa de reforma electoral cuyo destino se antoja hoy más que previsible…
Horas antes apenas del cierre del primer periodo de sesiones de la LXV Legislatura, en efecto, el tabasqueño remitió a San Lázaro una propuesta que, como advirtió, no sólo aspira a acabar con el (odiado) Instituto Nacional Electoral (INE) y sus “filiales”, cancelar diputados y senadores pluri- nominales, reducir drásticamente el financiamiento a los partidos y más, sino que, en el fondo, busca revertir avances democráticos construidos en el último medio siglo para apuntalar el proceso autocrático impulsado desde Palacio.
Redactada por un “grupo de trabajo” integrado por algunos de los miembros más radicales de su administración y Morena—la consejera jurídica, Leticia Bonifaz; su propagandista Adán
Augusto López; Pablo Gómez, de la UIF, y Horacio Duarte, de Aduanas, entre otros—, la propuesta de cambio electoral, insistamos, constituye un intento más, quizás el último, por reeditar el presidencialismo autoritario que por décadas mantuvo al país bajo el control de un solo partido y quienes en sus filas se formaron… el propio López Obrador y muchos que hoy le acompañan hasta 1988 y años posteriores.
Una propuesta arriesgada ésta porque, amén de su obvia improcedencia y el que se presente en un entorno de odio provocado entre buenos del oficialismo y malos de la oposición, se da prácticamente en paralelo con el inicio de la puja por la Presidencia de 2024. Los augurios, pues, para México, no son los mejores…
ASTERISCOS
* Convertida en una suerte de pasarela de corcholatas de cara al 2024, la apertura de la réplica de la Capilla Sixtina en el Zócalo llamó la atención por la asistencia de “fieles”, como la regenta, Claudia Sheinbaum; Adán Augusto, Marcelo Ebrard y ¡Rosa Icela Rodríguez!, así como por inexplicables ausencias, como la del cardenal capitalino, Carlos Aguiar. ¿Pooor?…
* Tras de los lamentables hechos ocurridos en Hidalgo, que cobraron la vida de ocho mexicanos, uno se pregunta, ¿qué más tiene que ocurrir en esa entidad y el país para que la autoridad revise expedientes y, conforme a la ley, ponga fin a la acción de grupos como el que se encuentra (ilegalmente) “atrincherado” en la cementera escenario del conflicto?…
* Siendo como es una prioridad la salud de las personas trabajadoras, más de 20 millones de las cuales se encuentran afiliadas al IMSS, el Instituto que lidera Zoé Robledo, junto con líderes empresariales y obreros de todo el país, presentarán el lunes, en Monterrey, una nueva estrategia conjunta con miras a prevenir y elevar estándares de salud en el trabajo. Bien…
Veámonos el domingo con otro asunto De naturaleza política.