Ante el aumento en el mundo de casos de hepatitis infantil aguda, te invitamos a conocer información sobre la vacunación en México.
Este sábado se reportaron los primeros casos de hepatitis infantil aguda en Nuevo León. Ante el alza de contagios en todo el mundo, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, recomendó que los menores mantuvieran un esquema completo de vacunación, misma que contiene la aplicación de biológicos preventivos contra las variantes de la enfermedad.
Ante la propagación de la hepatitis infantil en países como Israel, Reino Unido, Argentina, Estados Unidos, Japón y ahora México, la interrogante sobre la efectividad de las actuales vacunas contra la enfermedad se ha puesto sobre la mesa, con la finalidad de evitar contagios en los menores.
Es necesario mencionar que la hepatitis tiene cinco variantes (A, B, C, D y E), y el nuevo tipo de la enfermedad no tiene relación con ninguna de las anteriores.
En México se vacuna principalmente contra la hepatitis B. En el esquema de vacunación se aplican tres dosis contra la enfermedad: en la semana de nacimiento, a los dos meses y al medio año de haber nacido. Solo en el caso de niños en grupos de riesgo se aplica una dosis a los cuatro meses de nacimiento.
La inoculación puede hacerse a cualquier edad, de hecho se recomienda que en caso de haber estado en contacto con alguna persona u objeto con hepatitis se agregue una nueva dosis pese a tener el esquema completo de acuerdo con la Secretaría de Salud.
La vacuna contra la hepatitis B también es efectiva contra la hepatitis D. Al formar parte del esquema de vacunación este biológico puede ser aplicado en centros de salud.
En el país también se aplica la vacuna contra la hepatitis A, aunque en menor medida. Habitualmente el personal de salud suele vacunarse contra esta variante de la enfermedad debido a su labor que implica el contacto con personas contagiadas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la vacuna contra la hepatitis B ofrece un 95 por ciento de efectividad frente a contagios, mientras que la de la variante A cubre casi el 100 por ciento de riesgos.