El Primer Ministro de Italia, Mario Draghi, describió el miércoles el apoyo popular espontáneo a su Gobierno como «sin precedentes e imposible de ignorar», mientras valoraba las peticiones de que rescinda su renuncia, presentada después de que un socio de coalición abriera una crisis en el Gobierno.
Draghi enumeró varias prioridades a considerar en el Parlamento dentro de una reconstrucción «desde arriba» de la mayoría necesaria para que el Gobierno funcione con efectividad, lo que sugería que estaba dispuesto a quedarse si se aceptaban sus prioridades.
Draghi pidió directamente al Movimiento 5 Estrellas que decidiera si quería participar o no, después de que los populistas retirasen su apoyo al Gobierno en una votación de confianza la semana pasada.
«¿Están dispuestos? ¿Están dispuestos a reconstruir este acuerdo? ¿Están dispuestos?», preguntó con firmeza Draghi al final de su discurso en el Senado. «No tienen que responderme a mí. Tienen que responder a todos los italianos».
Draghi ofreció su dimisión después de que los senadores de 5 Estrellas boicotearan una votación de confianza. El desencadenante fue su oposición a una incineradora de basura para Roma contemplada en una propuesta de ley, aunque sus diferencias con el Gobierno habían comenzado mucho antes.
Draghi había reiterado que nunca dirigiría un segundo Gobierno ni uno sin 5 Estrellas, y la semana pasada dijo directamente que no gobernaría por ultimátum.
Pero parecía que las peticiones públicas de que lo reconsiderase, llegadas de dentro y fuera de Italia, habían tenido efecto. En los últimos días, líderes políticos, alcaldes, asociaciones médicas y ciudadanos corrientes le han instado a quedarse en un momento crucial, con la inflación y los precios de la energía disparados, la guerra en ucrania y con la implementación de los fondos europeos de recuperación en juego.
El Mandatario dijo al Senado que le habían conmovido las muestras espontáneas de apoyo de italianos de a pie en los últimos días, que le han pedido que siga en el puesto. En concreto mencionó las peticiones de alcaldes y personal médico, los «héroes de la pandemia».
«Esta petición de estabilidad requiere que todos nosotros decidamos si es posible recrear las condiciones en las que el Gobierno de verdad pueda gobernar», dijo Draghi, en un indicio de que estaba dispuesto a intentarlo.