El Departamento de Justicia de Estados Unidos está indagando las acciones del ex Presidente Donald Trump como parte de su investigación criminal de los esfuerzos para anular los resultados de las elecciones de 2020, según publicaron medios estadounidenses.
Los fiscales que están interrogando a los testigos ante un gran jurado les han preguntado en los últimos días sobre las conversaciones con el ex Mandatario, sus abogados y otras personas cercanas a Trump que buscaron sustituir a los delegados electorales en las entidades que ganó Joe Biden, dijeron dos fuentes enteradas del asunto a The Washington Post.
Marc Short, ex jefe de Gabinete de Pence, y Greg Jacob, abogado principal del ex Vicepresidente, fueron interrogados ante un gran jurado en los últimos días. Fiscales federales les preguntaron sobre las conversaciones que tuvieron con Trump y sus aliados sobre sus esfuerzos de crear y presentar certificados electorales falsos en algunos estados que ganó Biden.
El esquema consistió en que electores republicanos en siete estados que estaban en disputa se presentaran ante el Colegio Electoral el 14 de diciembre como «debidamente elegidos y calificados» para afirmar que Trump ganó las elecciones de 2020.
En correos electrónicos revisados por The New York Times y autenticados por personas que trabajaron en la campaña de Trump en ese momento, un abogado involucrado en las discusiones detalladas usó repetidamente la palabra «falso» para referirse a los llamados electores.
El comité bipartidista que indaga el ataque al Capitolio cree que el esquema fue concebido como un esfuerzo para dar a Pence un motivo de decir que el resultado de la elección estaba en duda y rehusarse a anunciar a Biden como Presidente el 6 de enero de 2021.
«Sólo estaríamos enviando votos electorales ‘falsos’ a Pence para que ‘alguien’ en el Congreso pueda presentar una objeción cuando empiecen a contar los votos, y comience a argumentar que los votos ‘falsos’ deben contarse», escribió Jack Wilenchik, un abogado basado en Phoenix que ayudó a organizar a los electores proTrump en Arizona, en un correo electrónico a Boris Epshteyn, asesor estratégico para la campaña de Trump.
Los seguidores de Trump que se usaron como delegados electorales falsos sí se presentaron el 14 de diciembre en estados como Michigan, donde Biden ganó por más de 154 mil votos; y Nevada, donde obtuvo 33 mil 600 sufragios más que Trump.
En ese momento, parecía un intento desesperado de Trump de revertir su derrota. Pero los correos electrónicos demuestran que el objetivo del plan de electores falsos era darle a Pence un motivo para que el 6 de enero, cuando presidiera el conteo de los votos del colegio electoral, dijera que el resultado estaba en duda.
La naturaleza de las preguntas planteadas por los fiscales a los testigos ante el gran jurado es una de las señales más claras hasta la fecha de que la investigación del Departamento de Justicia se ha expandido más allá de quienes atacaron el Capitolio el 6 de enero de 2021 para enfocarse en las acciones tomadas por Trump y sus aliados en los días y semanas después de la elección de 2020.
Acusar penalmente a un ex Presidente no tendría precedentes, pero una investigación por el comité del 6 de enero ha presentado evidencia para una serie de posibles cargos, incluido obstrucción de un procedimiento oficial y conspiración para defraudar a los Estados Unidos. Un juez en California dijo a inicios de año, que es más probable que Trump y su abogado John Eastman cometieran esos delitos.
Si el Fiscal General, Merrick Garland, decide presentar cargos, querrá que sus fiscales sigan un caso sencillo que pueda resistir el escrutinio de los procedimientos judiciales y las apelaciones, que puede ser el esquema para crear falsos electores, dijeron funcionarios.