Los síntomas de esta zoonosis vírica incluyen fiebre, dolor muscular, escalofríos y agotamiento.
El financiero. Los pacientes contagiados con viruela símica pueden contagiarla durante un periodo de dos, cuatro o hasta seis semanas, que es el lapso en el que los síntomas evolucionan por todo el cuerpo, informó Ekaterina Kostioukhina, doctora y especialista en Respuesta a Desastres y Crisis.
La viruela del mono concentra síntomas similares a otras enfermedades, por lo que es importante detectar qué señales alertan sobre la contracción de esta zoonosis vírica. El primer indicio que indican que una persona puede estar contagiada es la inflamación de ganglios, sobre todo alrededor de las áreas genitales.
“Después de esos síntomas virales, hay lesiones en la piel. Inicialmente el problema se ve como una espinilla, empieza como una forma roja plana, luego se infla, se llena de líquido claro y después de líquido purulento. Posteriormente se seca y se vuelve molesto porque dan ganas de rascarse. En todo este tiempo es cuando estamos contagiosos, puede ser un periodo de dos, cuatro o hasta seis semanas”, refirió Kostioukhina en EF MeetPoint. Viruela símica, ¿estamos ante una alerta sanitaria?
Ekaterina alertó sobre los riesgos que representa esta enfermedad. “No es simplemente un resfriado, personas han reportado que los dolores son muy fuertes y algunosnecesitan hospitalización”.
Las personas con viruela símica presentan un sarpullido que podría ubicarse en el área genital o cerca (pene, testículos, vagina y labios vaginales) o en el ano (agujero del trasero), pero que también podría aparecer en otras partes del cuerpo, como las manos, los pies, el pecho, la cara o la boca.
Si una persona detecta que tiene sarpullido u otros síntomas nuevos o sin causa aparente debe evitar el contacto cercano con otras personas, incluidas las relaciones sexuales y el contacto íntimo, hasta que lo haya examinado un proveedor de atención médica.
Los síntomas de la viruela símica también pueden incluir:
- Fiebre
- Escalofríos
- Ganglios linfáticos inflamados
- Agotamiento
- Dolores musculares y de la espalda
- Dolor de cabeza
- Síntomas respiratorios como dolor de garganta, congestión nasal o tos