Por Raúl Contreras Bustamante
El futuro de la universidad
Las universidades —como las conocemos— surgieron durante el siglo XII y fueron concebidas como centros de estudio que contemplan la universalidad del conocimiento de los que enseñan y aprenden. Muchos de los grandes avances de la humanidad se han fraguado al interior de sus aulas.
Por muchos siglos, el ingreso a las universitas estuvo reservado para las élites, pero a partir del siglo pasado —y, en nuestro país, de la Constitución de 1917 que consagró la obligación del Estado de impartir la educación a nivel general, laica y de forma obligatoria— el ingreso a los centros de educación superior pudo estar al alcance de todos los segmentos sociales.
La Universidad Nacional Autónoma de México ha sido el principal centro de enseñanza media y superior del país y ha permitido que millones de mexicanos —de todas las clases sociales— tengan una formación profesional de calidad y estén al servicio de la sociedad.
Hace unos días, la Facultad de Derecho de la universidad de la nación dio la bienvenida a los nuevos estudiantes que forman parte de la generación 2023 mediante una magna ceremonia que albergó a alumnas y alumnos, así como a sus familiares.
Antes de la ceremonia, los estudiantes pudieron presenciar un maravilloso concierto a cargo de la Banda Sinfónica de la Secretaría de Marina, para dar inicio a su formación como juristas de manera integral, acercándolos a diferentes expresiones artísticas que nutran su sensibilidad e incentiven en ellos el amor por el arte.
Como invitados de honor asistieron al acto cuatro ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: Norma Piña, Luis María Aguilar, Juan Luis González Alcántara y Javier Laynez.
De igual forma, la ceremonia contó con la presencia de tres destacados miembros de la Junta de Gobierno de la UNAM: la doctora María de la Luz de Teresa de Oteyza, el ingeniero Armando Díaz Infante Chapa y la doctora Patricia Clark Peralta, quien tomó la protesta a los nuevos integrantes de la comunidad de la Facultad recordándoles sus deberes como universitarios y futuros juristas.
El resto del presídium lo integraron los exdirectores de la institución: Rafael Guerra Álvarez, magistrado presidente del Poder Judicial de la CDMX; Luis Gerardo del Valle, presidente del Patronato de la Facultad, y Jesús de la Fuente Rodríguez, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
El discurso principal estuvo a cargo del doctor Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público, a través de su presencia virtual, quien dio la bienvenida a los estudiantes y los exhortó a realizar un esfuerzo cotidiano para la mejor construcción de su futuro y del destino del país.
Por su parte, el secretario general de la UNAM, Leonardo Lomelí, recordó a los nuevos estudiantes que la Facultad de Derecho es la cuna de las ciencias sociales de la universidad, además de ser la institución en donde se formaron dos Premios Nobel: Octavio Paz y Alfonso García Robles.
La Facultad de Derecho ha abierto sus puertas a poco más de 2,900 alumnos en esta generación, para ser formados en sus sistemas presencial, abierto y a distancia. Nunca en la historia habían tenido cabida tantos estudiantes de nuevo ingreso.
El futuro de México depende en mucho del futuro de su universidad. Y el porvenir de nuestra máxima casa de estudios estará marcado por el trabajo y compromiso que los nuevos universitarios desarrollen.
Como Corolario, las palabras de Justo Sierra, en su discurso inaugural en el día de la reinstauración de la Universidad Nacional de México, quien dijo: “Sois un grupo en perpetua selección dentro de la substancia popular, y tenéis encomendada la realización de un ideal político y social, que se resume así: democracia y libertad”.