Por Vianey Esquinca
No somos (tan) iguales, pero nos parecemos mucho
El próximo 1º de septiembre, Andrés Manuel López Obrador rendirá su cuarto informe oficial de gobierno, que se suma a un ya indeterminado número de mensajes que ha dado “al pueblo de México” a lo largo de casi 45 meses que lleva de gobierno.
En el primer informe, el slogan que utilizó para sus anuncios fue el de “No es por presumir, pero soy un hombre de palabra” y “Los compromisos se cumplen”; en el segundo no hubo un enunciado en particular, sino que hizo un refrito de las consignas de su campaña y abusó del gerundio: “Estamos rescatando al sector eléctrico”, “estamos pacificando al país”, “ya estamos levantando la economía popular”, o sea que iba en camino, pero no había logrado nada. El tercer año, el lema fue: “Hechos, no palabras”.
Los spots de este cuarto año que han sido liberados dejan evidencia que, o a sus creativos se les acabaron las ideas y reciclan mensajes de otros informes, o que no hay nada que presumir o, ambos.
De entrada, el “no somos iguales” y el “durante los gobiernos neoliberales” con los que inicia todos sus comerciales, son conceptos que ha venido repitiendo prácticamente todos los años y en todas sus mañaneras. De igual manera insiste en frases como “Antes se rescataba a los banqueros y empresarios”. En los nuevos spots vuelve a presumir lo que ya dijo en otros informes, como la pensión para adultos mayores, la eliminación de las pensiones para los expresidentes, la creación de la Guardia Nacional, la construcción de la refinería Dos Bocas y del Aeropuerto Felipe Ángeles ¿No tendrá algo más novedoso que decir?
Hablando del AIFA, en uno de los anuncios de este cuarto informe López Obrador señala: “No somos iguales, durante los gobiernos neoliberales nunca hicieron una obra como ésta, el aeropuerto Felipe Ángeles”. Hay que celebrar su arranque de honestidad, porque ¿a qué administración pasada se le hubiera ocurrido hacer un aeropuerto en el que, prácticamente no hay vuelos y en cuyas instalaciones se tiene que montar un espectáculo de lucha libre para darle algún uso? El tabasqueño dice que es el mejor aeropuerto de América Latina, lo cual no es verdad. Tal vez si hubiera dicho, el mejor aeropuerto de Centroamérica hubiera resultado un poco más creíble.
Es también notorio, como ha sido en otros años, que al Ejecutivo le gustan las verdades a medias o las mentiras completas, porque vuelve a realizar afirmaciones que no pueden comprobarse o son parcialmente ciertas. Por ejemplo: “Ahora es distinto, hay bienestar para el pueblo, los jóvenes tienen oportunidades de trabajo y de estudio”, “ya se construyó la refinería Dos Bocas” (omitiendo, por supuesto, que no funciona) y la mejor: “Yo cuento con un grupo que me apoya de gente honrada que no permite la impunidad”, para morirse de risa.
Estos spots son una muestra de lo que seguramente pasará el 1º de septiembre a las 11 de la mañana en Palacio Nacional. El Presidente rendirá un informe en el que no habrá autocrítica —como nunca la ha habido con otros mandatarios—; culpará al pasado, a los neoliberales y conservadores de la situación que se está viviendo; celebrará como logro suyo que las remesas de los paisanos hayan alcanzado cifras históricas.
Dirá de refilón que los gobiernos pasados no atendieron el problema de la violencia en el país, pero que se está avanzando en la pacificación y que casi todos los delitos han ido a la baja, excepto la de homicidios, pero que ya se estancaron.
Es decir, al igual que otros informes y mañaneras, el Presidente se repetirá, y expondrá una realidad que solo él vive y conoce.