Canta Carla Morrison «Te Regalo» y dos parejas se comprometen en matrimonio. Canta «Déjenme Llorar» y retumban los coros de personas con heridas de amor. Las emociones que despiertan sus letras y su interpretación van a los extremos porque su misión es resetear los corazones de sus fans.
Pese a que la noche de este martes afirmó salir nerviosa al escenario del Teatro Metropólitan, con localidades agotadas por 3 mil seguidores, cifra según los organizadores, la cantautora guió con fuerza un show estructurado por etapas de duelo, ya que buscaba una catarsis colectiva.
«Esta noche, México, esta es la noche del renacimiento. Esta noche vamos a morir para poder volver a renacer. Esta noche se vale llorar, se vale volverse a enamorar, se vale tirar un poquito de mierda, ¿por qué no?
«Somos tóxicas, tóxiques, pero esta noche vamos a dejarlo todo aquí y nos vamos a ir con mucho menos peso en el alma, porque nos vamos a desahogar, porque se puede, ¿por qué chingados no?», saludó Carla Morrison.
En sus pantallas hubo visuales de lluvia y estrellas, pero el que mejor reflejó la presentación fue uno con rostros de piedra que derramaban lágrimas, pues su voz no permitía la indiferencia.
A lo largo de casi dos horas y 23 canciones, Carla Morrison habló del proceso de sufrir, de fingir que uno está bien, de recaídas y resurgimientos, con los que sus seguidores se identificaron.
Vestida de rosa y acompañada por tres músicos, la originaria de Tecate, Baja California, no se limitó en palabras y agradecimientos por las múltiples ovaciones que recibió. Hasta pidió en «Te Regalo» que le prendieran las luces del teatro para ver las pedidas de mano y subrayó que el matrimonio es un compromiso grande.
«Soy la nueva Cupido, sólo me falta mi flechita», bromeó.
Enamora Carla Morrison con su empatía y versatilidad
Para reafirmar su origen, Carla Morrison le imprimió un tono norteño a su éxito «Hasta la Piel», seguido por otro clásico, «Pajarito del Amor», y su pasión fue recompensada con el peluche del doctor de Farmacias Similares que alguien le lanzó.
«¡Ya es mi quinceavo Simi, los estoy guardando todos!», dijo.
Entre canciones presentó la grabación del poema «Papel en Blanco», de Benedetti, pero también se dio tiempo para hablar de salud mental, pues en un proceso de renacer consideró necesario que uno reconozca su «cagadero«.
«Dices en casa ‘voy a ir a terapia’ y te contestan ‘¿por qué vas a ir al loquero?. En mis tiempos, esas chingaderas no existían. Ponte a barrer’. Hoy en día la salud mental es súper importante, siempre lo fue, el pedo es que ahora sí decimos que está cabrón.
«Parece que todos los días es lunes, prendes la tele y parece que el mundo se está acabando. La vida está cabrona, pero lo importante es dar un espacio para hablar sin que nos juzguen y no tener miedo de decir ‘tengo un chingo de miedo», reconoció Carla Morrison.
La etapa final de renacimiento, donde consideró que ya se puede volver a abrir el corazón a otros, la arrancó con su tema «Contigo».
Benny Ibarra, su único invitado, la acompañó con «Cielo», que, junto con «Compartir» y «Diamantes», puso broche de oro.