Los alimentos enlatados son fabricados y conservados con una técnica especial por lo que, de consumirse diariamente, podrían poner en riesgo tu salud
Los alimentos enlatados son una opción práctica y rápida para tener acceso a la comida sin necesidad de esperar su tiempo de cocción y preparación pues están listos para su consumo inmediato. Sin embargo, comerlos de manera continua podría no ser beneficioso para tu organismo. A continuación te explicamos las razones de ello.
Los alimentos enlatados fueron un invento que revolucionó la manera de conservar la comida. Según lo revela Fundación UNAM, esta técnica fue creada en tiempos de Napoleón Bonaparte con el propósito de preservar las provisiones que eran enviadas a los soldados, ya que en la mayoría de las ocasiones las reservas que llevaban consigo terminaban en estado de descomposición.
Con el tiempo se dieron diversos avances tecnológicos en la conservación y pasteurización de los alimentos enlatados. Desde el tipo de sellado hermético para que el producto se conserve esteril hasta la utilización de un barniz especial que impide el contacto del metal con la comida y la protege, explica la doctora María de los Ángeles Valdivia del Departamento de Alimentos y Biotecnología de la Facultad de Química de la UNAM.
A pesar de que las técnicas han cambiado y mejorado, comer en exceso alimentos enlatados podría ser perjudicial para nuestra salud.
Los alimentos enlatados producen alteraciones en la orina
Un estudio hecho por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en el que participaron 75 personas, algunas de las cuales comieron sopa enlatada durante 5 días mientras las otras consumieron sopa elaborada con productos frescos, descubrió que, a través de pruebas de orina, las personas que consumieron el producto enlatado presentaron un aumento en la concentración de bisfenol A.
El bisfenol A, considerado un disruptor endocrino, informa la Organización Mundial de la Salud, puede causar alteraciones en el equilibrio hormonal del organismo, por lo que se recomienda reducir la exposición de este elemento en los alimentos para el consumo de personas.
Además, la Fundación Vivo Sano, asegura que otros estudios científicos realizados por distintos organismos en el mundo han asociado a esta sustancia con posibles efectos negativos sobre el aparato reproductor o el desarrollo del cerebro, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Los alimentos enlatados son menos nutritivos que los alimentos frescos
Por otra parte, a través de una publicación hecha por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología CONACYT, Herlinda Soto Valdez, profesora-investigadora responsable del Laboratorio de Envases del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) explicó la pérdida de vitaminas en alimentos que son sometidos al proceso de enlatado:
“Los tratamientos térmicos a los que se someten los alimentos para que se mantengan estables por largos periodos pueden degradar las vitaminas y otros compuestos importantes para tener una buena nutrición […] Definitivamente los alimentos frescos y recién cocinados son mejores, pero los enlatados nos facilitan el consumo de aquellos que no son de temporada”, dijo.
Y en cuanto a la caducidad de un alimento enlatado, aunque estos sean fabricados para tener un tiempo de conservación desde los 6 meses hasta más de un año, una vez caducado presentan cambios de sabor y color, por lo que ya no tendrían calidad para el consumidor y lo mejor es desecharlos.