La nueva titular de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) del INBA, Aurora Cano, primera mujer en dirigir la institución en 50 años, apuesta por saldar una deuda histórica con la diversidad cultural de México.
«Mi interés personal», explica en entrevista, «es ampliar la mirada, ampliar el canon, cuestionar e investigar el sentido de la representación y sus códigos en este País, no sólo a partir de la Colonia, sino también antes».
Si bien el teatro europeo es un pilar de esta disciplina artística, México, tan culturalmente vasto, no puede limitarse a replicarlo, advierte la actriz y directora escénica, quien reemplaza en el cargo a Enrique Singer.
«Por eso hablo de ampliar el canon hacia la diversidad. Y, claro, como coyunturalmente soy mujer, parecería que cuando hablo de ampliar el canon, mi interés está en ampliarlo desde esa perspectiva, pero no.
«Es realmente un interés de historia, de deuda histórica y también de interés de vanguardia, porque la vanguardia no está solamente en ir hacia adelante: también implica ser capaz de ir a la raíz de las cosas, repensarla y reformularla, desde luego, desde lo contemporáneo, desde la práctica profesional del más alto nivel».
La apuesta de su trabajo se orientará entonces hacia la indagación de la identidad nacional y re-cuestionar quiénes son los mexicanos, enfatiza Cano, cuyo trabajo como directora de escena incluye obras como La importancia de llamarse Ernesto (2003), Histeria (2004) o Lady Hamlet (2012).
«Me parece que la música, la gastronomía, las artes visuales en general han abrazado la diversidad cultural de todo lo que ha implicado esta increíble mezcla de culturas que somos, y lo ves reflejado en la música popular, en la gráfica y en muchísimas cosas.
«Sin embargo, el teatro no ha sido tan abierto a la diversidad estética y cultural», puntualiza la fundadora de la Compañía Teatro de Babel, en colaboración con el escritor Nicolás Alvarado, y el festival DramaFest.
Reconoce los esfuerzos en ese sentido, pero no como parte de una búsqueda central.
«Para mí es una búsqueda central. Me interesa el repertorio universal, creo que una compañía nacional debe dar acceso a los grandes escritores y pensadores del teatro y también debe dar visibilidad al patrimonio nacional dramático que existe de autoras y autores de nuestro País, que es un patrimonio increíble y hay que visibilizarlo».
Cano, nominada en 2011 como mejor actriz en el festival MESS de Sarajevo por la obra Las Meninas, propone conducir este proceso «desde la concordia y la integración y no desde la polarización y desde el resentimiento.
«Hablo de polarización en cuanto al acercamiento hacia el repertorio universal. Por un lado, hay formas muy canónicas de abordar el teatro clásico y, por otro, están los alumnos de teatro que ya no quieren estudiar a los clásicos; rehúsan aprenderse a Shakespeare, Molière o Cervantes, porque consideran que son misóginos, racistas, clasistas; es un patrimonio histórico cargado de estructuras morales que responden a las sociedades de otros tiempos».
Mientras, contrasta Cano, los partidarios de este teatro canónico, antiguo, promueven representaciones «sin moverle una palabra al autor, como si estuviéramos en una especie de museo escénico».
«Uno tiene que ser capaz de acceder al repertorio universal, que es una maravilla, pero lo tiene que hacer con una mirada que responda a los cuestionamientos y a las posiciones de una sociedad como la contemporánea y no a la estructura moral del Siglo 16».
Integración, destaca, es una palabra clave de su proyecto.
«Éste tiene que ver con el tema de la integración en todos los sentidos , no con el tema de la ruptura».
Sólo recurre a la palabra «romper» al referirse a los desafíos de la CNT.
«El reto está en cómo dialogas con la comunidad teatral, para invitar a diferentes directores, diferentes escritores, diferentes diseñadores a repensar el teatro y poder romper con esta idea de que, como la CNT es una compañía nacional, tenemos que ser solemnes. Eso viene más desde fuera que desde la CNT.
«La compañía es un animal absolutamente poderoso y talentoso», concluye Cano tras indicar que la mayor fortaleza de esta agrupación son, precisamente, los actores.
«El elenco es el alma de la compañía».