El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó la decisión de anular la sentencia histórica de Roe vs. Wade que garantizó el derecho constitucional al aborto como un «día triste para la Corte y para el país».
El Mandatario dijo que el fallo de la Corte fue un «error trágico» y el resultado de una «ideología extremista».
«La salud y la vida de las mujeres de este país están ahora en peligro», recalcó el demócrata en un discurso solemne después de que se conociera la sentencia histórica.
Ante ello, dijo Biden, será importante defender el derecho al aborto y las libertades individuales en las urnas, en referencia a la elección de medio término de noviembre en la que se renueva la Cámara de Representantes y una tercera parte del Senado.
Actualmente, los demócratas tienen mayoría en la Cámara Baja mientras el Senado está dividido 50-50.
Tras conocerse la decisión de la Corte, varios republicanos celebraron el fallo, entre ellos el ex Vicepresidente Mike Pence, el Senador por Florida Marco Rubio; el Gobernador de Arizona, Doug Doucey, y el ex Mandatario Donald Trump.
El ex Presidente dijo que la anulación del derecho al aborto obedece a «la voluntad de Dios».
Trump fue cuestionado por el canal Fox News sobre qué papel desempeñó él en la decisión, al haber inclinado claramente a la derecha el Máximo Tribunal estadounidense con el nombramiento de tres jueces conservadores.
«Es la voluntad de Dios», respondió, «(la decisión) sigue la Constitución».
Defiende Procuraduría pastillas para abortar
En tanto, el Procurador de Justicia, Merrick Garland, dijo en un comunicado que su Departamento «trabajará incansablemente para defender la libertad reproductiva».
Agregó que además de proteger a los proveedores y las solicitantes de abortos donde sea legal, «estamos preparados para cooperar con otras ramas del Gobierno federal que tratan de usar su autoridad legal para proteger y conservar el acceso a la atención reproductiva».
Señaló que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado el uso de mifepristone, una droga utilizada para poner fin al embarazo.
«Los Estados no pueden prohibir el mifepristone para poner fin a los embarazos con el argumento de que discrepan del juicio experto de la FDA sobre su seguridad y eficacia», subrayó Garland.