Texas presentó una demanda para bloquear una nueva regla de la Administración de Joe Biden, que establece que los abortos de emergencia por razones médicas en los hospitales tienen prioridad sobre las prohibiciones estatales de tales procedimientos.
El caso, lanzado por el Fiscal General texano, Ken Paxton, representó lo que será un tira y afloja legal prolongado entre el Gobierno federal y entidades que han tomado medidas rápidamente para vetar la interrupción del embarazo en casi todos los casos a raíz de la decisión de la Suprema Corte de revocar el fallo de Roe vs. Wade.
El lunes, la Administración Biden instruyó a los hospitales que, incluso en los estados donde el aborto es ilegal, la ley federal requiere que los médicos realicen un aborto si es necesario para salvar la vida de la madre.
«(El Presidente) intenta usar la ley federal para transformar todas las salas de emergencia del país en una clínica de aborto sin cita previa», acusó Paxton.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS, en inglés) emitió la regla siguiendo una directiva de Biden para abordar las preocupaciones de que la atención en la sala de emergencias podría verse limitada después de que el máximo tribunal de la nación anuló el derecho constitucional al aborto.
Todas las entidades permiten que los médicos interrumpan un embarazo si la vida de la madre está en riesgo, pero quedan dudas sobre qué constituye una situación de vida o muerte.
El Departamento de Salud afirma que la guía no representa una política nueva, sino que recuerda a los médicos y proveedores sus obligaciones bajo la Ley de Procedimientos de Emergencias Médicas.
«El HHS está desobedeciendo el fallo de la Suprema Corte«, afirmó Paxton, un republicano, en la demanda.
«La regla obliga a los hospitales y médicos a cometer delitos y arriesgar su licencia bajo la ley de Texas«.
En respuesta, la Casa Blanca dijo que la demanda es un ejemplo de lo que implica elegir a republicanos «extremos y radicales».
«Es impensable que este funcionario público demande para impedir que las mujeres reciban cuidados para salvar su vida en salas de emergencia, un derecho protegido por las leyes de Estados Unidos», dijo la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.