Por Margarita Zavala
Precisamente cuando México —y el mundo— enfrentan los momentos más difíciles en materia de salud, nuestro país tuvo el peor gobierno en la materia. Nadie imaginó que tendríamos un presidente capaz de destruir el Seguro Popular sin tener algo que lo sustituyera. El peor gobierno del siglo y de la época moderna en México. Lo podemos ver en todos los términos: hospitales, medicinas, institutos, presupuestos, subejercicios, mantenimiento, infraestructura tecnológica y física, espacios, etc. Todo esto se traduce, desgraciadamente, en un deterioro a la salud en el mejor de los casos. En el peor de los casos con la muerte, una muerte que se pudo haber evitado al menos con el sistema de salud anterior.
Por ejemplo, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) es una de las malas ocurrencias de Morena, que no pudo responder a la emergencia de salud que significó la presencia del Covid.
El 8 de septiembre, el gobierno presentará el paquete económico. En ese paquete entregarán el presupuesto de egresos en materia de salud. Y lo que hoy tenemos son datos alarmantes, que la oposición deberá contemplar cuidadosamente y vigilar lo siguiente:
1) 7 de cada 10 niños y niñas en México no tienen el esquema de vacunación completo. Es el peor momento de vacunación en lo que respecta a la niñez mexicana.
2) La falta de acceso efectivo a servicios médicos la vemos en las interminables filas para ser atendidos y alcanzar la cita más cercana. Lo anterior ha comprometido también a todos los institutos de salud como los de nutrición, cancerología, rehabilitación o pediatría, que tienen el doble de pacientes, pero nunca han recibido el doble de presupuesto, al contrario, reciben recortes presupuestarios.
3) La falta de medicinas ha marcado este sexenio, resultado de la decisión de destruir y desmantelar el sistema de abasto de medicinas anterior. La consecuencia es la muerte de los pacientes o el cruel deterioro de su salud. Desmantelaron el sistema para aglutinar el poder y lograron el desabasto para el que no planearon, no diseñaron y no hicieron nada.
Estos son únicamente tres ejemplos en los que la oposición, no sólo los grupos parlamentarios, tenemos que poner atención. Presentaremos, en el grupo parlamentario, unas propuestas en estas materias.