Las fábricas alemanas podrían tener que reducir su producción o detenerla por completo porque los descendentes niveles de agua en el Rin complican el transporte de mercancías, advirtió este martes el principal grupo de presión del sector industrial alemán.
El nivel del agua del Rin en Emmerich, cerca de la frontera holandesa, cayó cuatro centímetros más en 24 horas y llegó al cero en las mediciones de profundidad.
Las autoridades señalaron que la ruta navegable transportes aún tiene una profundidad de casi 2 metros, aunque el registro mínimo del martes reflejaba la grave falta de agua tras meses de sequía en buena parte de Europa.
«La sequía actual y los bajos niveles de agua amenazan la seguridad de suministro de la industria», dijo Holger Loesch, subdirector del grupo de cabildeo industrial BDI.
Loesch señaló que pasar las mercancías del río a trenes u otros transportes es difícil debido a la capacidad ferroviaria limitada y la falta de conductores.
«Sólo es una cuestión de tiempo hasta que las instalaciones en la industria química y siderúrgica tengan que ser desconectadas, los materiales de construcción y petróleo no lleguen a su destino y ya no se pueda cumplir con el transporte de alta capacidad y productos pesados», dijo. Esto podría provocar atascos en la cadena de suministro, señaló.
Loesch advirtió que el suministro de energía también podría sufrir nuevas complicaciones si los barcos que llevan carbón y gasolina por el Rin se ven afectados.
También expresó su preocupación porque el cambio climático pueda hacer más frecuentes las sequías en el futuro e instó al Gobierno a vigilar de cerca el nivel del agua y reaccionar rápido a posibles problemas de transportes en las vías navegables alemanas.