El filósofo Manuel Alberto Casanova, ex compañero del Presidente Gustavo Petro en la disuelta guerrilla del M-19, será el nuevo director de inteligencia en Colombia, el primero en ese cargo sin vínculos con los militares.
En un decreto con fecha del 18 de agosto, Casanova fue nombrado como «Director General del Departamento Administrativo Dirección Nacional de Inteligencia» (DNI).
Creado en 2011, el organismo será dirigido por primera vez por un civil que, según cuestionó la Oposición, no tiene experiencia alguna en el manejo de inteligencia y contrainteligencia estratégica en seguridad y defensa.
Al igual que Petro, Casanova se desmovilizó en 1990 como parte del acuerdo de paz que firmó el M-19.
«Es preocupante. (Casanova) es una persona que no tiene experiencia en manejo de inteligencia«, cuestionó el congresista del partido Centro Democrático, José Vicente Carreño, en entrevista con W Radio.
Tras entregar las armas, el ex guerrillero asumió el cargo de jefe de seguridad del partido político Alianza Democrática M-19, surgido del pacto de paz, según la Universidad de los Andes, dónde dictó una conferencia sobre el conflicto el año pasado.
La DNI reemplazó al Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), que fue disuelto por un escándalo de espionaje a jueces, opositores y defensores de derechos humanos bajo el gobierno del ex Presidente Álvaro Uribe (2002-2010).
Desde su creación, la entidad había sido dirigida exclusivamente por militares en retiro.
Es un nombramiento «desmotivante para la fuerza pública», expresó el congresista Carreño.
Sin embargo para Gloria Flórez, senadora oficialista y defensora de derechos humanos, la designación de Casanova supone un cambio de «rumbo» en el manejo de la inteligencia en Colombia, un país sumido en un conflicto interno de seis décadas.
«En el antiguo DAS fuimos víctimas de una persecución infame, de montajes que hoy tienen presas a varias personas. Lo que se busca es darle un rumbo distinto a la inteligencia del Estado«, señaló.
Casanova se desempeñó recientemente como funcionario de la entidad a cargo de la educación técnica en Colombia (SENA) y en una empresa exportadora de café, según documentos públicos y su perfil de LinkedIn.
Con la inédita llegada de la izquierda al poder de la mano de Petro, las Fuerzas Armadas y Policía entraron en un proceso de transformación que busca mejorar su desempeño en materia de derechos humanos, ante abusos y asesinatos de civiles ampliamente documentados.
El sábado, en el cambio de cúpula militar, Petro advirtió a las tropas que se preparen para convertirse en un «Ejército de paz», tras el prolongado enfrentamiento interno que su Gobierno quiere extinguir mediante negociaciones con grupos armados.