En un estudio prospectivo se midió la actividad física de 5.446 mujeres mayores de 63 años.
Un grupo de investigadores de varias universidades de EE.UU. realizó un estudio prospectivo, entre 2012 y 2020, donde midieron la actividad física de 5.446 mujeres mayores de 63 años y determinaron su mortalidad. Encontraron que los niveles más altos de actividad física ligera, moderada o vigorosa, se relacionaron con un menor riesgo de muerte. Por otro lado, el sedentarismo se asoció con un mayor riesgo de mortalidad. Estas asociaciones se establecieron con independencia del nivel de predisposición genética para la longevidad de los individuos. El estudio fue publicado este miércoles en Journal of Aging and Physical Activity.
«El objetivo de esta investigación era comprender si las asociaciones entre la actividad física y el tiempo sedentario con la muerte variaban según los diferentes niveles de predisposición genética para la longevidad«, dijo el autor principal, Alexander Posis, estudiante de doctorado de la Universidad Estatal de San Diego/Universidad de California San Diego (UC San Diego) en un comunicado de prensa publicado este miércoles.
Durante el estudio, las participantes usaron un acelerómetro de grado de investigación por 7 días para medir cuánto tiempo pasaban moviéndose, la intensidad de la actividad física y el tiempo sedentario.
«Nuestro estudio mostró que, incluso si no es probable que viva mucho tiempo según sus genes, aún puede extender su esperanza de vida al participar en comportamientos de estilo de vida positivos, como hacer ejercicio regularmente y sentarse menos«, dijo en el comunicado el Dr. C. Aladdin H. Shadyab, profesor asistente en la UC San Diego y también autor principal del estudio. «Por el contrario, incluso si sus genes lo predisponen a una vida larga, mantenerse físicamente activo sigue siendo importante para lograr la longevidad«, agregó Shadyab.
Los autores recomiendan que, dado el envejecimiento de la población adulta en Estados Unidos y el mayor tiempo dedicado a actividades de menor intensidad, las mujeres mayores deberían participar en actividad física de cualquier intensidad para reducir el riesgo de enfermedad y muerte prematura.