Un juez federal declaró hoy en concurso mercantil a la aerolínea Interjet y ordenó iniciar un proceso de conciliación para buscar un convenio con acreedores, a los que se estima debe más de 40 mil millones de pesos, mismo que puede durar hasta un año.
Saúl Martínez Lira, Juez Segundo de Distrito de Concursos Mercantiles, dictó la sentencia a casi 16 meses de que un despacho de abogados presentó la demanda contra Interjet, originalmente para pedir la quiebra de la empresa, que cesó operaciones a finales de 2020.
La visita de verificación para determinar la situación financiera de la aerolínea se prolongó durante meses, primero porque era imposible acceder a su edificio principal, cerrado por una huelga, y después porque había deudas con el proveedor de servicios informáticos en el que estaban almacenados los datos contables.
Con la sentencia de hoy, el juez ordenó a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) designar al conciliador respectivo, como está previsto tratándose de empresas concesionarias del sector.
Martínez Lira también ordenó suspender todos los actos de ejecución y cobro por parte de acreedores. El juez no publicó completa su sentencia, por lo que se desconocen detalles del número de acreedores y montos que se les deben.
La semana pasada, el Director General Adjunto de Interjet, Carlos del Valle, declaró que ya había un acuerdo para el pago en parcialidades de unos 250 millones de dólares que se deben en impuestos al Servicio de Administración Tributaria (SAT), y que hay un «95 por ciento de avance» en acuerdos con proveedores y clientes que pagaron boletos, pero no pudieron volar.
En 2019, la deuda con el SAT, que en ese momento era de 690 millones de pesos, provocó la designación de una interventora con cargo a la caja de Interjet, lo que marcó el inicio del declive de la empresa, que arrastraba graves problemas financieros por una compra de aviones rusos que resultó un fracaso.
Un problema adicional es la deuda con trabajadores que, según los sindicatos respectivos, asciende a mil 800 millones de pesos y tiene prioridad sobre cualquier otro pasivo, así como demandas de múltiples proveedores y aeropuertos en Estados Unidos y México.
Más allá de los acuerdos con acreedores en el concurso, en la práctica Interjet no podrá reanudar operaciones mientras no encuentre inversionistas dispuestos a aportar el capital necesario para su rescate, situación similar a la de Mexicana de Aviación, que durante casi cuatro años buscó recursos dentro de un concurso, hasta que finalmente fue declarada en quiebra en 2014.
Desde noviembre de 2021, directivos de Interjet habían afirmado que iniciaría operaciones con diez aviones Airbus desde los aeropuertos de Toluca y Felipe Ángeles, lo que hasta ahora no ha ocurrido, y analistas del sector han estimado que podría ser más fácil crear una nueva aerolínea, pues las rutas que tenía Interjet han sido ocupadas por otras competidoras.