La Policía de Nicaragua extrajo «con violencia» este viernes de su residencia al Obispo de Matagalpa y crítico del Gobierno, Rolando Álvarez, en donde había permanecido retenido las últimas dos semanas, investigado por presuntamente «desestabilizar» el país.
«SOS. Urgente. En estos momentos la Policía Nacional ha ingresado a la Curia Episcopal de nuestra Diócesis de Matagalpa», publicó la Diócesis de Matagalpa en su cuenta de Facebook.
«La Policía Nacional ha ingresado a la Curia Episcopal de nuestra Diócesis de Matagalpa y se ha llevado a Monseñor Álvarez; Aún no se conoce su paradero (…) alertamos a la comunidad internacional y nos sumamos a la cadena de oración», dijo en Twitter el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam).
Más tarde, la Policía de Nicaragua difundió un comunicado informando que el Obispo fue llevado a Managua y puesto en arresto domiciliario, y que sus familiares lo pudieron visitar esta mañana.
«La madrugada de hoy se realizó, en las instalaciones de la Casa-Curia de la Ciudad de Matagalpa, un operativo que permitió recuperar la normalidad para la Ciudadanía y las Familias matagalpinas», dice el texto.
«Durante muchos días se esperó con mucha paciencia, prudencia, y sentido de responsabilidad una comunicación positiva del Obispado de Matagalpa, que nunca llegó a darse y que, al persistir las actividades desestabilizadoras y provocadoras, hizo necesario el citado operativo de Orden Público».
Álvarez y otras 8 personas llevaban retenidas en la Curia desde hace 16 días, la cual estaba sitiada por las fuerzas policiales. El Monseñor ofició al menos dos misas a través de internet.
El Gobierno de Ortega ha perseguido sistemáticamente a las voces disidentes. Álvarez es el jerarca católico de más peso detenido.
Según el comunicado de la Policía, el Cardenal y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, también visitó esta mañana al Obispo en donde está retenido.
En cuanto a las otras personas que estaban retenidas con el Monseñor fueron llevadas al penal de El Chipote, según periodistas en Nicaragua.
El caso contra Álvarez ha generado repudio internacional.
«Qué indignante, se han llevado a Monseñor Rolando Álvarez, con los sacerdotes que estaban con él. Basta ya de tanto silencio!, hablen quienes tienen que hablar y dar la cara, a eso se le llama pecado de omisión», dijo el sacerdote Edwing Román, exiliado en Miami, en redes sociales.
«Sucedió lo que era evidente que iba a suceder. Es la detención arbitraria y abusiva del Monseñor Álvarez», comentó por su parte, también desde Miami, el defensor de derechos humanos Pablo Cuevas.